Leí acerca de una persona que lo poseía todo en este mundo pero que, en realidad, no tenía nada: " Había instalado un teléfono de fichas en su castillo, para que las llamadas telefónicas de sus huéspedes y su personal doméstico no corrieran por su cuenta. Dejaba que los conocidos lo llevaran en el carro para ahorrar los gastos de taxímetro. Las ventanas y las puertas de su mansión estaban enrejadas. El odiaba esa infinidad de cartas petitorias que a diario se acumulaban sobre su escritorio, y envidiaba a aquellas personas que eran más jóvenes y alegres que él. Este era Paul Getty, en aquel entonces, la persona más rica del mundo. Bajo el título " El multimillonario solitario " la televisión británica presentó un retrato del magnate petrolero estadounidense, cuyo nombre era mencionado con sumo respeto por los empresarios del mundo entero. Getty ganaba diariamente un millón de marcos, a expensas de sus altas participaciones en las grandes compañías petroleras. ¿ Pero cómo vivía este hombre ? ¿ Qué llenaba su vida ? ¿ De qué cosas sentía alegría ? A este anciano solitario, se le podía ver haciendo largas caminatas por los parques, o en las gigantescasa salas de la mansión, con sus perros de guardia amaestrados. " Tengo mucho que hacer ", decía. En su modo de hablar, en su rostro, sobre el cual sólo muy de vez en cuando parecía asomar una sonrisa desencajada, en sus ojos fríos, se podía adivinar:
Para este hombre sólo existe el dinero y el negocio. Paul Getty estuvo casado cinco veces. Sus mujeres lo abandonaron. Para él los negocios siempre estaban en primer lugar. El lo tenía todo- y a la vez no tenía nada ".
La humanidad se jacta de cosas y vive por cosas que, en definitiva ( con relación a la eternidad ), no traen ningún beneficio, sino que se pierden. Todo lo terrenal está limitado por el tiempo, es por eso que la Biblia dice que ha ser " deshecho ". Pero la eternidad no es pasajera.
El Señor Jesús nos advierte : " No amontonen riquezas aquí en la tierra, donde la polilla destruye y las cosas se echan a perder, y donde los ladrones entran a robar. Más bien amontonen riquezas en el cielo, donde la polilla no destruye ni las cosas se echan a perder ni los ladrones entran a robar. Pues donde esté tu riqueza, allí estará también tu corazón " ( Mateo 6, 19-21).
Es necesario que, ya, nos preparemos para la venida de Jesús, pues si viene repentinamente ya no habrá más tiempo para ello. Venga hoy mismo, ahora, con todos sus pecados y preocupaciones a Jesucristo y pídale perdón. El le perdonará, le regalará de su Espíritu y pondrá en su corazón el anhelo por su aparición. Y usted, que ya es hijo o hija de Dios: Espere " la manifestación de nuestro Señor Jesucristo ".