La Fuerza Aérea del Perú cuenta con una flota de 18 aviones de combate Sukhoi-25. Sin embargo, el Ministerio de Defensa contrató una póliza de seguro solo para cinco unidades. ¿La razón? Son las únicas aeronaves que vuelan. El resto no está en condiciones de operatividad por falta de mantenimiento, y, en varios casos, por problemas de corrosión. En 1997, las 18 aeronaves fueron adquiridas de segunda mano a Bielorrusia por US$ 150 millones.
Tres de las máquinas fueron fabricadas en 1987, seis en 1988, cuatro en 1989, dos en 1990 y tres en 1991. Es decir, más de la mitad supera los 25 años de antigüedad. De modo que la mayor parte ha cumplido largamente las horas de vuelo. Pero desde que fueron compradas, las máquinas no reciben mantenimiento. No obstante, el problema no es precisamente de presupuesto. En el 2007, en el segundo gobierno de Alan García, se aprobó el proyecto denominado Núcleo Básico de Defensa (NBD), para la repotenciación del equipamiento de las Fuerzas Armadas. Como parte del plan, se le asignó a la FAP una partida de US$ 39 millones para la atención de los Sukhoi-25. En ese momento, la FAP decidió contratar los servicios de una empresa estatal de la ex república soviética de Georgia para recuperar los Sukhoi-25.
La historia se repite
Al enterarse el entonces ministro de Defensa, Allan Wagner, suspendió un acuerdo comercial sin licitación que pretendía suscribir la FAP. La acción del instituto castrense contradecía la política del gobierno de García de tratar directamente con los productores de equipos de defensa y no con empresas intermediarias. Georgia no es fabricante de los aviones de guerra. Después, el 20 de octubre del 2011, con el propósito de repotenciar los Sukhoi-25, la FAP consiguió la suscripción de un Convenio Técnico-Militar entre Perú y Bielorrusia. Empero, el 16 de diciembre del 2011, el titular de Defensa, Alberto Otárola, suspendió la ejecución del convenio cuando se descubrió que la empresa que daría mantenimiento a los Sukhoi-25 sería Beltech Export. Es decir, la misma compañía que estafó al Perú con la venta corrupta de los MiG-29 y Sukhoi-25, durante el gobierno de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos. Beltech Export pagó sobornos a Montesinos, como está acreditado judicialmente.
De hecho, el último 5 de diciembre, la Sala Penal Especial de la Corte Suprema condenó a tres ex ministros fujimoristas por su implicación en la adquisición de los aviones de combate y señala la responsabilidad de Beltech Export, una firma estatal de Bielorrusia. El argumento sustancial de la FAP para negociar con Georgia y Bielorrusia fue que sus costos eran más bajos respecto a los montos exigidos por Sukhoi Corporation, la empresa rusa diseñadora y constructora de los aviones. A pesar de los incidentes descritos, la FAP ha tenido recientemente tratativas con Ukroboronservice, una compañía estatal de Ucrania, con la finalidad de aplicar un programa de rehabilitación de los Sukhoi-25, en busca de salida con el argumento de que durante la existencia de la Unión Soviética los ucranianos tuvieron a cargo la producción de componentes y partes del Sukhoi-25, la FAP intentó firmar un acuerdo con dicha firma.
Pero hasta el momento ha quedado en el tintero. Como ha comunicado Sukhoi Corporation al Ministerio de Defensa y a la FAP, Ucrania, así como Georgia y Bielorrusia, no es fabricante de los Sukhoi-25 y, en consecuencia, no cuenta con licencia para ofrecer servicios de repotenciación, ampliación de horas de vuelo, overhaul y otros, para estas aeronaves. Por lo tanto, no hay garantía sobre los servicios que ofrezcan. Ahora el Ministerio de Defensa (ver recuadro) evalúa una propuesta de Sukhoi Corporation para salvar de la pérdida total a los 18 Sukhoi-25, aviones que cumplen funciones de ataque a blancos en tierra, fijos y móviles, además de misiones de apoyo aéreo.
US$ 10 millones por cada aeronave
La firma rusa Sukhoi Corporation considera que el costo para la repotenciación de cada Sukhoi-25 oscila entre los 8 y 10 millones de dólares. Los montos podrían sufrir un aumento dependiendo de si la FAP también necesita modernizar el armamento de los aviones de combate.
La Fuerza Aérea quiere que los trabajos técnicos se ejecuten en el Perú, pero los rusos han manifestado que por lo menos una parte de la flota debe ser trasladada a su país. Los paquetes de armas de cada unidad Sukhoi-25 también necesitan renovación, en particular los misiles anti-rradar aire-superficie, que ya están vencidos, así como la munición y las bombas. Otro problema que afrontan las aeronaves es que no cuentan con hangares adecuados, lo que explica el problema de corrosión.