EE.UU. y Corea del Sur concluyeron los mayores ejercicios militares conjuntos. Las maniobras se efectuaron en medio del reciente agravamiento de las relaciones entre Corea del Norte y Corea del Sur. Tales ejercicios siempre provocaban una airada reacción del líder norcoreano, Kim Jong-un, que lanza amenazas a Washington y Seúl.
Este viernes EE.UU. y Corea del Sur concluyeron los ejercicios militares conjuntos de dos semanas. En el marco de los mismos se realizaron disparos cerca de la ciudad fronteriza surcoreana de Pocheon.
Pionyang calificó estas acciones en las que se utiliza munición real, de "extremadamente provocativas" y mostró su preocupación por el hecho, sugiriendo que así los aliados buscan la manera de atacar a Corea del Norte.
Ante el agravamiento de la situación en la región y las amenazas de Corea del Norte, EE.UU. y Corea del Sur suspendieron temporalmente los ejercicios militares conjuntos, pero pronto los reanudaron.
En los ensayos a gran escala estuvieron involucrados unos 30.000 soldados estadounidenses y 50.000 militares de Corea del Sur. Además participaron aviones y artillería pesada.
La tensión más reciente en las relaciones entre las dos coreas comenzó a principios de agosto, cuando el Gobierno surcoreano anunció su intención de renovar su campaña de propaganda en la frontera con Corea del Norte a causa de la explosión de una mina el 4 de agosto en la que dos soldados surcoreanos resultaron gravemente heridos. Seúl culpó a Pionyang de lo ocurrido y reanudó la transmisión propagandística.