martes, 1 de septiembre de 2015

La Fuerza Aérea descartó la compra de un caza chino.


La “alianza estratégica” con China, con múltiples acuerdos bilaterales suscriptos por el gobierno de Cristina Kirchner, empezó a mostrar sus debilidades. El jefe de la Fuerza Aérea, el brigadier general Mario Callejo, admitió que quedó “descartada” la opción de comprarle aviones de combate a los chinos para reemplazar a los Mirage, que serán desprogramados antes de fin de año. Fuentes aeronáuticas precisaron que el problema es la “cadena logística” para el posterior mantenimiento de los aviones. La “opción China” por el caza FC-1 / F-17 Thunder producido por una empresa estatal china en asociación con Pakistán y volado por la fuerza aérea de este país (los chinos sugerían también el mucho más costoso J-10) se evaluó seriamente este año. Consecuencia del furor kirchnerista por cerrar acuerdos con China, una misión técnica aeronáutica con funcionarios de Defensa viajó al país asiático para evaluar in situ la performance del caza chino. Pero no pudieron verlo volar. 

Eso se hace en Pakistán, y la misión no llegó hasta allí. Recién la semana pasada, durante una visita al Area de Material Río Cuarto, el brigadier Callejo blanqueó la situación: “La (opción) de China la hemos descartado. Hoy las opciones son Israel y Francia”, dijo en declaraciones reproducidas por El Puntal de Río Cuarto. El jefe aeronáutico sinceró cuestiones sensibles: atribuyó las dificultades al “movimiento inflacionario” y la “dólar-dependencia” de su fuerza, para cuyos insumos se debe contar con billetes verdes. Sobre la incorporación de aviones de combate, Callejo explicó que en virtud de la alianza estratégica con Brasil se adquirirán los Saab Gripen que el país vecino empezará a fabricar. Pero que tendrán el primer prototipo recién en 2018. “Es decir que nosotros necesitamos llenar durante diez años un avión de combate multirol, y en estos momentos se está viendo cuál es la mejor alternativa”, precisó. 

El descarte de los caza chinos retrotrae las cosas a más de un año atrás, en una historia que parece de nunca acabar. Fuentes aeronáuticas indicaron que los Kfir israelíes vuelven a ser la alternativa más probable, como pasó durante 2014, cuando se daba como un hecho la operación por la compra de 18 unidades usadas, pero con motores cero kilómetro y “aviónica de última generación”. La Argentina llegó a ofrecer pagar una parte en soja, trascendió entonces. Se dijo que por falta de divisas, o por la disputa con los fondos buitre, la operación no se realizó nunca. Callejo mantuvo igual en pie la opción por los Mirage F-1 franceses. Aunque a esta altura hay mucho escepticismo de que el Gobierno, que se está yendo, avance en la operación. Los históricos Mirage, que sirvieron en Malvinas, serán desprogramados en noviembre. Ya hay fecha: el sábado 27, con ceremonia de despedida en la base de Tandil